Por: Rodolfo Justine, Psic. Terapeuta de Familias y Parejas, rodolfojustine.com

Creo que todos y todas hemos experimentado en diferentes niveles rabia, ira, enojo. De todas las emociones la ira es tal vez la más destructiva. Pienso que también tiene un potencial creativo, que es bastante dificil de lograr o alcanzar por la misma naturaleza de la ira.

1001969_10152159595881130_437910710883009939_nEn muchas ocasiones la ira imprime a la persona que la ejerce la idea, la sensación que “tiene la razón” y que esa razón (la verdad) le permite actuar su ira. Este es el momento peligroso para los que trabajamos con familias y parejas (y para todos los terapeutas). Es peligroso porque si me doy permiso de hacer lo que YO siento que es justo porque YO tengo la razón y la ira es mi motivador, lo más probable que ocurra será algo destructivo.

En pareja, el ejercicio de la ira es devastador. No importa quien la ejerza, la ira produce frustración en las personas que están al rededor de la persona que la actúa. Tradicionalmente pensábamos que la ira era mayormente experimentada por los hombres; hasta cierto punto diría que los hombres la expresamos más. Sin embargo, la ira, como toda emoción, no conoce límites en cuanto al género. El género puede “modular” su expresión y en el momento que la persona la experimenta la tendencia es la pérdida del control.

La expresión de la ira puede pasar de la violencia física (que es mayor y devastadoramente actuada por hombres) a los insultos (mayormente actuada por mujeres); sin embargo como mencionaba antes, la línea entre cómo los géneros limitan su expresión, ha comenzado a desvanecerse y cada vez es más común que hombres y mujeres pierdan el control de formas similares ante la ira.

¿Qué hacer? Si la ira es persistente y altera el funcionamiento individual, de la pareja o familia; es importante buscar ayuda profesional idónea. Por otra parte, algunas estrategias ayudan:

Cuente hasta diez. Es cierto, ayuda

Respire y trate de estabilizar su respiración. Evite agitarse

Sonría. La sonrisa tiene un efecto neurológico que ayuda al cerebro a “sentirse feliz”

Hable lento: ayuda a estabilizar la respiración y ayuda a pensar palabra por palabra qué dice y cómo lo dice

Yoga, caminar, meditar (mindfullness), Tai Chi Chuan, reír, estar rodeado de las personas que nos aman ¡siempre ayudan!